Por estos días, las miradas de los ingleses están puestas sobre el hipódromo de Ascot, ubicado a unos diez kilómetros del castillo de Windsor, y que es uno de los más antiguos e importantes del Reino Unido, en donde desde 1771 se lleva a cabo la competencia hípica más prestigiosa del planeta.
El Royal Ascot, que convoca a la familia real y a la nobleza británica, va mucho más allá de las competiciones de caballos. De hecho, los principales protagonistas del evento son los atuendos y los sombreros de las asistentes, entre las que este año destacó la duquesa de Sussex, Meghan Markle, recién casada con el Príncipe Harry.
Es de esperar que un evento con tanta tradición tenga un largo listado de excentricidades.
El código de vestimenta
En el caso de las mujeres, deben llevar un vestido que de largo llegue a las rodillas o por debajo de ellas. Obligatoriamente la prenda debe tener tirantes y no puede tener cuello tipo halter ni escote off-the shoulder. Además, las invitadas tienen que vestir un sombrero que, como mínimo, debe tener una base de 10 centímetros de diámetro.
En el caso de los trajes de pantalón o monos, deben ser del mismo color la tela y el estampado. Así mismo, se permite usar pequeños detalles de transparencia.
Por el lado de los hombres, el código es más simple. Deben ir de traje negro o gris, con chaleco, camisa y corbata. Además de un sombrero de copa sin adornos y zapatos negros.
El requisito más llamativo de este año es que no se deja entrar a los que asistan sin calcetines.
Sin embargo, estas normas aplican rigurosamente en el Recinto Real, siendo los otros tres recintos un poco más holgados.
El panorama favorito de la reina Isabel II
Desde 1945, que la reina asiste sin falta a Ascot. Durante todos los días del evento, recorre los kilómetros desde su residencia hasta el hipódromo en una calesa tirada por caballos, acompañada por su marido u otro miembro de la familia real.
Los sombreros del “Ladies Day”
Se trata de la jornada más fotografiada del evento hípico. Se corre la carrera más importante, la Golden Cup, y los invitados exhiben sus sombreros más llamativos y extravagantes.
Se denomina como “Ladies Day”, porque antiguamente era el día en que se regalaban o se vendían a bajo costo entradas para que mujeres pudieran asistir a instancias reservadas para hombres.