Contaminación amenaza a fauna de la Antártica
Una investigación de Greenpeace mostró alarmantes niveles de contaminación en el agua y nieve del continente austral. Ahora, buscan crear el santuario marino más grande del mundo para proteger a las especies de la zona.
Este 8 de junio se celebra el Día Mundial de los Océanos y la consigna es “limpiemos nuestros océanos”. Una frase que refleja el desafío que la humanidad tiene frente al desolador panorama de contaminación que enfrenta el mar, principal fuente de vida en la Tierra.
La preocupación generalizada ahora se extiende a uno de los lugares más aislados del planeta: la Antártica. Esto, luego de que una detallada investigación de Greenpeace diera cuenta de la presencia de plástico y químicos en las aguas y la nieve del continente austral.
A través de muestras extraídas por la ONG en una expedición de tres meses, se obtuvieron resultados alarmantes: siete de cada ocho muestras extraídas de la superficie marina contenían microplásticos. Y siete de las nueve muestras de nieve contenía químicos peligrosos.
“Imaginamos que la Antártida es un área natural y pura. Lamentablemente estamos equivocados (…) La contaminación, el cambio climático y la pesca industrial de krill están dejando una huella clara y dañina de la humanidad en el lugar”, dijo Estefanía González, coordinadora de la campaña de océanos de Greenpeace.
Es conocido que muchos de los plásticos, como bolsas o botellas, así como los desechos que deja la industria pesquera, van a dar al mar. Y que por eso los niveles de contaminación en las aguas son cada vez más altos.
“Durante nuestro recorrido por la zona nos encontramos con todo tipo de desechos de la industria pesquera en la Antártica. Había boyas, redes y lonas hundidas entre icebergs. Era muy triste de ver”, dijo Frida Bengtsson, de la campaña Protege la Antártida de Greenpeace.
Sin embargo, lo que llama todavía más la atención son los residuos encontrados en la nieve. Especialmente, porque se incluyeron muestras de nieve recién caída. Lo que permite inferir que son químicos provenientes de la atmósfera.
Se trata de químicos persistentes, denominados técnicamente como sustancias alquiladas perfluoradas y polifluoradas (PFC). Estos son utilizados de forma regular en productos de consumo y procesos industriales. Y han sido relacionados con problemas en el desarrollo y reproducción de la fauna.
“Necesitamos mantener este área fuera de los límites de la actividad humana si es que queremos proteger la increíble fauna de este ecosistema”, aseguró Bengtsson.
Medidas contra la contaminación
La investigación de Greenpeace, a bordo del rompehielos Artic Sunrise, se desarrolló entre enero y marzo. Y está enmarcada en un proyecto que busca crear el mayor santuario marino del mundo, con una enorme extensión de 1.8 millones de kilómetros cuadrados.
Esta iniciativa está siendo propuesta por la Unión Europea. Y la decisión final se tomará el próximo mes de octubre en la Comisión del Océano Antártico (CCRVMA).
(Crédito de fotografías: Greenpeace).