Conteo anual muestra que huemules del norte se han multiplicado
Guardaparques de la CONAF dieron cuenta de que la cantidad de tarucas (o huemules del norte) ha aumentado casi al doble en el sector precordillerano de Putre, hábitat natural de esta especie en peligro de extinción.
La taruca (Hippocamelus antisensis), especie también denominada como huemul del norte o ciervo andino, es un animal con un alto riesgo de extinción. Por eso mismo, la Corporación Nacional Forestal (CONAF) se encarga de monitorear anualmente la cantidad de ejemplares que viven en territorio chileno.
Y pese a lo delicado de la situación de estos animales, el conteo realizado a principios de este año en Putre se puede clasificar como positivo.
Por medio de avistamientos directos se pudo contabilizar a 61 tarucas. Casi el doble que el año pasado, cuando se contaron sólo 33 individuos.
Esta cifra fue recogida por medio de 11 avistamientos grupales, en los que se logró identificar a cinco juveniles, siete cervatillos y seis de edad intermedia. Además de 14 machos y 29 hembras de edad adulta.
Guardaparques de la Región de Arica y Parinacota recorrieron la precordillera de la comuna para realizar este censo, ya que las tarucas habitan principalmente este sector, a una altitud que va desde los 2.500 hasta los 4.200 metros sobre el nivel del mar.
Las personas dedicadas a esta misión cuentan con la particularidad de tener raíces aimara. Además de acarrear una “reconocida experiencia y capacidad para actuar en terreno y lograr recorridos a pie”, los que pueden llegar a ser de 15 kilómetros, según explican en la página de la CONAF.
Plan de trabajo para conservar al huemul del norte
“Queremos generar una propuesta de trabajo ampliada que considere más sectores y días de recorrido, abarcando desde la comuna de General Lagos (sector Tacora) hasta la Quebrada de Cardones, así como sectores de la comuna de Camarones”, contó Esteban Zúñiga, encargado de Biodiversidad de CONAF.
“Hay autores en Perú que hablan que los movimientos de la taruca de ascenso y descenso entre pastizales de altura, valles y bosques, son estacionales; otros indican que se trata de movimientos diarios. Necesitamos conocer cómo se da aquí, para lograr cada vez más observaciones directas de la especie“, agregó.
Así mismo, Zúñiga habló sobre los desafíos que la entidad tiene en torno a la conservación del huemul del norte, apuntando a la convivencia con la población humana.
“El otro gran desafío es lograr una mayor armonía y convivencia con las comunidades locales. Sabemos que en ocasiones hay conflicto, lo que se entiende porque para el agricultor su cultivo es su fuente de vida y por lo tanto cierra los accesos tanto a las fuentes de agua como al cultivo en sí. Por lo tanto la taruca a través de los años ha tenido que adaptarse y sobrevivir a esta fragmentación”, explicó.
“Por esto el Plan de Conservación de la Taruca, que esperamos se publique este año, incorpora también la visión comunitaria y busca una gestión participativa. De ese modo nos enfocamos en el control de amenazas a la especie, buscando el equilibrio de los diferentes actores presentes en el territorio”, concluyó.
Cabe señalar que la taruca no sólo se encuentra en el norte de Chile. También se puede avistar en las alturas del sur de Perú (parques nacionales Huascarán y Manu y la Reserva Nacional Pampa Galeras) y en el norte de Argentina (al norte de La Rioja). Además de los altos Andes, al este de Bolivia (al norte de La Paz y alrededor de Cochabamba).