Brasil: El inesperado personaje que podría competir por la presidencia
Se trata de Joaquim Barbosa, quien marcó un hito en el 2003 al convertirse en el primer ministro de raza negra del Supremo Tribunal Federal de Brasil, y que estaría ajustando los detalles de una campaña que podría remecer los pronósticos políticos brasileños.
A seis meses de las elecciones presidenciales de Brasil. Justo en el mes en que la carrera por la reelección de Lula da Silva terminó tras ser encarcelado por corrupción, un nombre poco comentado en la escena política asoma con posibilidades de competir fuertemente por el mandato.
Se trata de Joaquim Barbosa, quien marcó un hito en el año 2003 al convertirse en el primer ministro de raza negra del Supremo Tribunal Federal de Brasil, y quien se registró el pasado 6 de abril en el Partido Socialista Brasileño, de centroizquierda, a un día de que terminara el periodo para que los candidatos se inscribieran en un partido.
Pese a que todavía su campaña no es oficial (el mismo Barbosa explicó que todavía debe resolver “dificultades personales”) desde el partido se han pasado las últimas semanas planeando una estrategia basada en la particular biografía del posible candidato, según publica New York Times: “después de superar la pobreza y la discriminación para alcanzar el pináculo de la profesión legal, Barbosa se convirtió en un cruzado de la lucha anticorrupción, la principal preocupación de los votantes brasileños”.
Carlos Siqueira, presidente del Partido Socialista Brasileño, dijo que “su campaña no se basará en la polarización. Se hará con base en su rectitud y honestidad y en el hecho de que es un hombre negro de orígenes humildes que llegó al Supremo Tribunal Federal y ahora podría ser presidente”.
Barbosa (63) es el reflejo de alguien que partió “desde abajo”. Creció en Paracatu, una localidad pobre del estado de Minas Gerais donde su padre se desempeñaba como albañil. En sus años de adolescencia trabajó de conserje en un juzgado de Brasilia y estudió derecho en la universidad de la misma ciudad, donde era el único negro entre sus compañeros.
Antes de transformarse en juez, se perfeccionó en el extranjero, donde aprendió inglés, francés y alemán, y trabajó como procurador federal.
¿Qué dicen las encuestas en Brasil?
El abogado ha liderado las investigaciones contra la corrupción política en Brasil, luego de ser nombrado en el Supremo Tribunal Federal por Lula da Silva. Desde esa posición, llevó a la cárcel a varios parlamentarios. Incluso a representantes del Partido de los Trabajadores.
Esa misma labor es la que ha posicionado a Joaquim Barbosa como una carta fuerte para las elecciones de octubre. En la primera encuesta de intención de voto, realizada por Datafolha y publicada el 15 de abril, se ubicó en el tercer puesto con una preferencia del 10%.
Su arrastre se produjo sin mayor aparición en la escena política y sin todavía ni siquiera haberse postulado.
“Para alguien que no frecuenta espacios públicos, no da entrevistas y lleva una vida tranquila, es una cifra bastante buena“, dijo Barbosa sobre el sondeo.
Las encuestas las lidera Jair Bolsonaro, un capitán retirado del Ejército y ex congresista, ultraconservador, que ha sido acusado de incitar el racismo contra los negros. Y en el segundo puesto le sigue Marina Silva, ex ministra de Medioambiente, de orígenes negros y al igual que Barbosa de ideas socialistas y de biografía esforzada. Pero que ya ha competido en las últimas dos elecciones sin éxito.
El gran problema que podría tener Barbosa en su carrera por la presidencia y en un hipotético mandato, sería la escasez de vínculos políticos. Debido a su labor combatiendo la corrupción. En ese sentido, va a ser clave el acercamiento que pudiera tener con el sector que apoya a Lula da Silva.
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