Hasta este martes, en el Central Park de Nueva York, frente a la Academia de Medicina, se lucía imponente la estatua de bronce de James Marion Sims, considerado el ‘padre de la ginecología moderna’. El monumento había sido instalado con un gran acto en el año 1894, pero 124 años después fue retirado en medio de una gran polémica por la experimentación del médico con esclavas negras.
El retiro de la estatua de Sims figura como la primera acción entre una serie de medidas que buscan eliminar monumentos y símbolos racistas en Nueva York.
#MarionSimsIsComingDown #NotMyHero#NotOurHero#DownAndOut https://t.co/56ZPXuXGR8
— Melissa MarkViverito (@MMViverito) April 17, 2018
Resulta que durante el último tiempo los métodos de experimentación que usaba este afamado médico han sido blanco de críticas generalizadas, debido a que utilizó a esclavas afroamericanas para realizar distintas operaciones sin anestesia y sin consentimiento.
Él mismo en su biografía relata un procedimiento en donde usa a una esclava llamada Lucy, a quien intervino sin anestesia para solucionar un orificio entre su vejiga y su vagina. “La agonía de Lucy fue extrema. Pensé que iba a morir“, contó.
Lucy no murió, pese que sufrió una infección a la sangre, y su caso se sumó al de al menos seis mujeres negras que fueron sometidas a experimentos para avanzar en conocidos desarrollos científicos como el “espéculo vaginal”.
Sims llevó a cabo estas prácticas en el patio trasero de casa en Montgomery, Alabama, lugar donde la esclavitud y la segregación racial eran parte de la vida cotidiana.
La estatua removida será instalada próximamente a un costado de la tumba del ginecólogo en el cementerio Green-Wood de Brooklyn. La Comisión de Arte y Monumentos Urbanos solicitó que sea acompañada por una placa que exponga su “legado de la experimentación médica sin consenso sobre mujeres negras” y “honre el sacrificio de las mujeres cuyos cuerpos fueron utilizados en el nombre del avance de la ciencia”, incluyendo los nombres de Lucy, Anarcha y Betsey.