Después de la masacre y destrucción que se ha vivido en Siria durante los últimos siete años de guerra civil, parece una fantasía la irrupción de un deporte a nivel urbano.
Pero es cierto, un grupo de jóvenes practica parkour entre los escombros de la accidentada ciudad de Alepo, como un escape para la carga psicológica que significa vivir en un lugar azotado por las armas.
Desde el 2015, según relata la historia reporteada por Natalia Sancha del diario El País, que Omar Kushi, un soldado de 30 años, entrena a un grupo de adolescentes entre 16 y 18 años al que bautizó como Los Foxies.
“Compartimos una pasión por el deporte y es lo que nos ha permitido sacar fuera toda la energía negativa y la presión psicológica que trajo la guerra”, explica el instructor.
Kushi cuenta que que son alrededor de 120 los jóvenes que practican esta disciplina en Alepo, entre ellos varias mujeres gimnastas, aunque no son pocos los que han emigrado en busca de nuevos horizontes o para eludir el reclutamiento militar.
El parkour brilla en la mayor ciudad de Siria, aunque ya se había comenzado a realizar en otros lugares del país como Damasco. Se trata de una tendencia entre la generación que creció entre estallidos de bombas y en una ciudad convertida en escombros por los efectos de la guerra. Esos mismos escombros son los que ahora aprovechan para hacer la crítica situación un poco más llevadera.