Desde el retorno a la democracia, el cambio de mando en Chile se ha realizado sin excepciones un 11 de marzo, aunque sea día domingo, como en esta ocasión en que Michelle Bachelet le entregará la banda presidencial a Sebastián Piñera.
Coincidentemente, hace 28 años, también un día domingo, Augusto Pinochet le entregaba el poder a Patricio Aylwin.
¿Pero por qué es tan “sagrado” este día?
La respuesta está en la fecha de entrada en vigencia de la Constitución de 1980, que fue el 11 de marzo de 1981. A esto se suma que por norma, el Congreso se constituye el 11 de marzo, y son los nuevos parlamentarios quienes tienen que realizar la investidura del presidente electo.
“La Ley Orgánica Constitucional del Congreso Nacional dispone en el Artículo 5 que el Congreso Nacional se deberá instalar el día 11 de marzo siguiente a una elección de senadores y diputados. Tras esto, el Congreso inviste al Presidente electo”, explica en Emol Yamil Musa, director de la escuela de Administración Pública de la Facultad de Derecho y Gobierno de la USS.
Otro dato que sostiene la actual fecha del traspaso del poder es que en el plebiscito del 11 de septiembre de 1980, además de aprobar la Constitución se estableció que Pinochet sería mandatario por ocho años más. El dictador asumió seis meses después, justamente el 11 de marzo, por ocho años, los que se extenderían a nueve debido a la transición y las elecciones presidenciales después del triunfo del “No”.