“Usted y yo somos autoridades espirituales y podemos dar muestra del respeto que debe existir entre las personas que habitamos esta tierra, sin embargo, debido a mi persecución no he podido vivir mi espiritualidad“, es parte del contenido de la carta que la machi Francisco Linconao buscaba entregar al Papa Francisco, intento que se vio frustrado al no contar con autorización especial para ingresar al sector cercano al Sumo Pontífice.
La imputado en el Caso Luchsinger-Mackay quería solicitar a través de la misiva el apoyo de Jorge Bergoglio.
“Le pido que invite al Estado de Chile a revisar mi situación e intervenga en este nuevo juicio, en el cual los fiscales de este país intentan condenarme a 40 años de cárcel sin tener pruebas en la carpeta investigativa, sin yo tener vínculo en este horrible crimen”, asegura Linconao.
La líder espiritual se presentó con su carta en La Casa Casa “Madre de La Santa Cruz” en Temuco, lugar donde el Sumo Pontífice tenía programado un almuerzo a las 12:45 con un grupo selecto de representantes mapuches, colonos e inmigrantes, sin embargo el nombre de Francisca Linconao no estaba en la lista de invitados.
Tras discutir unos minutos con la policía, quienes le impidieron el paso porque sólo contaba con la entrada para la misa en el sector general, se retiró molesta del lugar.
“Yo soy machi, él es Papa ¿entonces qué problema hay?“, intentó argumentar Linconao sin éxito con Carabineros.
La lista de invitados incluyó a Sebastián Cayuleo, de la comunidad de Boyeco; Rubén Nahuelpán, buzo mariscador, de la comunidad de Nehuentúe; Teresa Hueche, de la comunidad de Maquehue; Jaqueline Huircán, de la comunidad Nueva Imperial; Juan Pailahueque, agricultor en tierras entregadas por el Estado como reparación; Silvia Llanquileo, figura religiosa y de salud ancestral de su comunidad de Enoco; Rigoberto Queipul, 2º Lonco, figura ancestral de su comunidad de Conoco, cultivador de hortalizas y frutales; Patricia Panchillo, tejedora a telar y artesana de la comunidad Cuyimko; Jessica Bascur, víctima de violencia rural en la provincia de Malleco; Alex Hund Diethelm, descendiente de colonos suizo-alemanes; y Garberns Saint Fort, migrante haitiano.