El sábado 2 de septiembre fue el funeral del estudiante del colegio Alianza Francesa de Vitacura que se quitó la vida.
Como comenta El Mostrador, medio que publicó la noticia, no se puede establecer una decisión directa entre la muerte del joven y la sanción que le dio el colegio después de encontrarlo en un baño con marihuana, pero lo cierto es que se abre un debate en torno a cómo los colegios manejan el uso de drogas al interior de los establecimientos.
El nombre del menor ha sido resguardado y según da cuenta medio, el colegio llamó a Carabineros cuando encontró al estudiante con marihuana y ellos lo llevaron a la comisaría. Luego, el alumno fue sancionado por el Consejo de Disciplina del colegio donde decidieron que fuera suspendido por nueve días. El primer día de esta sanción, el joven se suicidó.
La Corporación Educacional Alianza Francesa de Santiago se refirió a los hechos a través de un comunicado, donde declaró que la comunidad escolar está conmovida con lo ocurrido:
“No queremos que a raíz de su partida se generen rumores infundados ni tampoco que se expongan aspectos privados, por respeto al inmenso dolor que compartimos con su familia y amigos. Como comunidad sentimos la enorme pérdida por su partida, hubiéramos querido poder anticiparnos a la situación límite a la que llegó. Acompañamos y contuvimos con las herramientas que teníamos a mano y su partida nos ha dejado devastados“.
Como dijo Ximena Bugueño, jefa de la División de Promoción y Resguardo de Derechos de la Superintendencia de Educación a Cooperativa, hay que diferenciar entre portar marihuana y vender: “No obstante, ambos casos deben ser tratados con especial preocupación por parte de los adultos del establecimiento educacional, resguardando siempre el interés superior del niño o niña, su integridad física, psicológica y emocional, su dignidad, y también la integridad física y psicológica del resto de la comunidad escolar”.