A penas se retiró el último visitante del Museo Salvador Dalí, en el norte de Cataluña, el grupo forense encargado de exhumar sus restos pusieron manos a la obra.
La parte más compleja fue remover la losa de una tonelada que cubría su tumba.
En el operativo que inició a las 20:00 horas del jueves y finalizó a las 00:40 de hoy, tuvo por objetivo extraer muestras de ADN de las muelas, uñas, cabellos y huesos largos del fallecido artista. La tarea fue más complicada de lo habitual debido al formol que contiene el cuerpo de Dalí. Esto debido a que antes de morir solicitó que su cadaver fuera embalsamado.
La operación se enmarca en la demanda por paternidad de María Pilar Abel quien desde hace una década reclama que su madre habría tenido una relación extra matrimonial con el pintor.
De ese amorío habría nacido Abel. De comprobarse esta teoría a la mujer le correspondería el 25% del patrimonio del padre desde el momento de su muerte en 1989.
El Estado, heredero universal designado por Dalí, sería el principal perjudicado si el resultado es positivo.
La exhumación fue supervisada por un representante del Departamento de Cultura de la Generalitat, una abogada del Estado establecida en Girona, los miembros de la Fundación Dalí, la alcaldesa de Figueras y el abogado de Abel. También estuvo presente Narcís Bardalet, el doctor forense que embalsamó al artista el año de su muerte.
Por orden judicial no se permitió el ingreso de celulares o cualquier otro aparato que pudiera registrar el acontecimiento.
Para sorpresa de los presentes, al abrir la tumba descubrieron que “el bigote preservaba su clásica postura de las diez y diez. Comprobarlo fue un momento muy emocionante”, reconoció Lluís Peñuelas, secretario general de la Fundación Gala-Salvador Dalí.
Los resultados de ADN deben estar listos antes del 18 de septiembre, fecha en que iniciarán las audiencias de juicio de paternidad. Los restos del artista serán la prueba fundamental.
“No estoy nerviosa sino contenta. Siento un gran alivio porque de una vez se sabrá la verdad”, señaló la supuesta hija de Dalí.
Molestia de la Fundación Gala-Dalí
La exhumación de los restos del pintor no cayó nada de bien entre los administradores de la Fundación Dalí.
Horas después de la operación en el frontis del Teatro-Museo de Figueres, que acoge la tumba de Salvador Dalí, el gerente de la Fundación, Juan Manuel Sevillano, manifestó su oposición a la decisión de la magistrada del juzgado de Madrid que instruye el caso.
Según consignó El País, el administrador del recinto insistió en el golpe anímico que ha supuesto la batalla legal, “el daño moral” que ha provocado la exhumación y la falta de respeto al muerto en una acción ordenada que, según la Fundación, fue “precipitada” y carente de fundamentos.
Albert Segura, representante legal de la entidad, confirmó que estudian reclamar compensaciones.
“La exhumación supone un coste por la operación pero también posiblemente por la pérdida de venta de entradas. La fundación estudiará acciones para ser compensada y en su momento solicitar un error judicial para reclamar responsabilidades patrimoniales”.