“Cuidado con el mansplaining”.
Esa fue la advertencia que le hizo la diputada PC, Camila Vallejo, al ex dirigente estudiantil y militante del Frente Amplio, Giorgio Jackson.
El mansplaining (man: hombre, explaining: explicación) ha sido un termino anglosajón acuñado por diversas organizaciones vinculadas al tema de género, definido como un tipo de machismo cultural, en donde un hombre interrumpe a una mujer para explicarle algo de una forma que bordea lo condescendiente o paternalista, como si la otra persona, por ser mujer, no estuviese al tanto de un tema y fuese necesario la llegada de un hombre para explicarla
Entiendo que quizás no fue tu intención @GiorgioJackson, pero no necesito que nadie hable por mí
Ojo con el #mansplaining 😉 pic.twitter.com/drEv7keXiC
— Camila Vallejo (@camila_vallejo) 19 de julio de 2017
“Explicar sin tener en cuenta el hecho que la persona que está recibiendo la explicación sabe más sobre el tema que la persona que lo está explicando, este comportamiento suele darse de forma habitual por parte de un hombre hacia una mujer”, según difinió la escritora Lily Rothman del The Atlantic.
Una manera sistemática se ve a la mujer como alguien que tiene que aprender porque está en desvantaja o se asume como alguien “inferior”.
La escritora estadounidense Rebecca Solnit retrató la definición del mansplaining con una anécdota: “durante una fiesta, un hombre la interrumpió cuando hablaba de su último libro, para desacreditar sus comentarios y hablarle de un texto ‘verdaderamente importante’ sobre ese tema. Sin embargo, el individuo no se dio cuenta de que hablaba justamente sobre el libro de Solnit, River of Shadows. Hubo que decirle tres o cuatro veces que la autora era ella misma para que él dejara de insistir en que sabía más del tema, pues el sujeto ni siquiera había leído el libro si no que solo sabía de él por el New York Times Book Review”.
Solnit recogió esta anécdota en un artículo titulado “Men explain things to me” (Los hombres me explican cosas), en el que criticaba el hábito masculino de explicar cosas a las mujeres usando un tono paternalista y condescendiente, independiente de si saben del tema.
“Todas las mujeres saben de qué les estoy hablando”, añadía, asegurando que los efectos de este fenómeno contribuyen a que las mujeres intervengan menos en público al educarlas “en la inseguridad y en la autolimitación”, dijo.
FOTO: La Tercera