Artículo de ONG canadiense señala que chilenos fueron estafados con la privatización del agua
La privatización no habría sido necesaria para ampliar la cobertura y las empresas sanitarias no están cumpliendo con las inversiones mínimas estipuladas por el Estado.
Hace exactamente 20 años, durante el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, se logró que el Congreso aprobara la ley que permitiría iniciar el proceso de privatización de las empresas sanitarias. Hoy, Chile es el país con mayor privatización de agua en el mundo, con el 95,8% de la población bajo los servicios de empresas privadas.
El proceso pareció ser muy positivo por el gran alcance que tiene el agua potable dentro del territorio. El 99% de los chilenos tiene acceso a agua potable.
En el medio británico The Guardian, publicaron un artículo donde Meera Karunananthan, directora de la ONG canadiense Blue Planet Project (BPP), entrega datos del proceso de privatización realizado en Chile. Aquí se dice que el éxito de la privatización de las empresas sanitarias es un mito y que está pasando a ser un castillo de arena.
De partida, afirma que lo que permitió extender la cobertura de las empresas sanitarias, fue el financiamiento público previo al traspaso a los privados. Algo aún más dramático, es que ante las nuevas exigencias que trae el cambio climático, las empresas a cargo han incumplido con las inversiones debidas para cumplir con los estándares mínimos establecidos por la autoridad.
Esta información es consecuente con la entregado por el gobierno, donde dice que la empresa Aguas del Valle sólo invirtió un 49% del mínimo recomendado para 2014, mientras que Essbio y Esval invirtieron un 75% y 64% del mínimo recomendado, respectivamente.
De hecho, en febrero de este año, el intendente de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, aseguró que Aguas Andinas no ha efectuado las inversiones necesarias para enfrentar los efectos de sistemas frontales, lo que ha quedado demostrado este este año en el que ya van tres cortes masivos de agua en la región, tema que ya ha afectado a siete millones de santiaguinos:
“Las medidas no son suficientes y necesitamos cosas de mayor envergadura. No es que la autoridad se haya quedado de brazos cruzados, sino que las inversiones que hay que realizar son cuantiosas y significativas y le corresponden a Aguas Andinas”.
Los lugares que se encuentran en situación más crítica son aquellos afectados por sequías y los que aún no tienen acceso a agua potable. Los primeros, porque las empresas sanitarias han dejado sin acceso a agua potable a pequeñas comunidades en pos de canalizar el agua hacia grandes centros urbanos. Así denuncian los habitantes del pueblo de Cabildo en la provincia de Petorca. Los segundos porque, al no ser zonas lucrativas, la misión de abastecerlas de agua ha quedado en manos de los servicios de Agua Potable Rural (APR).
Castillo de arena
“A nivel mundial, más del 90% de los servicios sanitarios son administrados por el Estado gracias a la férrea oposición al ingreso de actores privados, que suele traducirse en mayores tarifas y menor responsabilidad sobre la infraestructura. De hecho, la ONG danesa Transnational Institute ha documentado 235 casos de comunidades que han recuperado la administración del agua de manos privadas entre 2000 y 2015″, explica Karunananthan.
Lamentablemente, recuperar la administración del agua de manos privadas, no es una opción viable en Chile, ya que se han firmado 26 acuerdos comerciales con 62 países desde que se iniciaron los procesos de privatización en 1990, y en estos advierten severas sanciones y posibles demandas por parte de las corporaciones afectadas en caso de que nuestro país decida cambiar las normas o las cuotas de privatización.
Ahora, BPP ha solicitado a la Asociación de Profesores Pensionados de Ontario (OTPP), en Canadá, que apoyen la devolución de los derechos de agua al estado chileno, pues su consorcio es el mayor inversionista en las empresas sanitarias chilenas, figurando con 41% de las acciones en Essbio, Esval y Aguas del Valle:
“La crisis del agua en Chile es compleja, pero entrega a los profesores canadienses de una oportunidad única para apoyar el creciente movimiento antiprivatización y ayudar a los chilenos a sacudirse las últimas cadenas legadas por el régimen de Pinochet”.
¿Que dicen las empresas?
En 2014 Aguas del Valle y Esval desplazaron inversiones consideradas en el plan de desarrollo para enfrentar la sequía. Ambas empresas invirtieron más de lo inicialmente previsto, pero en conceptos distintos a los contemplado en su compromiso con el regulador (Plan de Desarrollo), principalmente en nuevas fuentes para la producción de agua potable. Ello pues este plan no contemplaba la intensificación de la sequía en ambas zonas y se buscó velar por la continuidad del suministro.
Esval y Aguas del Valle destinaron más $30.600 millones para hacer frente al déficit hídrico, gracias a ello se logró mantener la continuidad del suministro pese a la gravedad de la situación sin que ello tuviera ningún costo adicional para los clientes.
El rezago en el Plan de Desarrollo fue una excepción que fue abordada con un plan especial, donde sólo se desplazaron las inversiones, No se eliminaron y ya fueron regularizadas al día de hoy.
La operación de Esval y Aguas del Valle se ajusta a la normativa vigente y es constantemente fiscalizada por la SISS.
Vale la pena recordar que las tarifas en Chile están bajo el promedio de países OCDE. Por $1 por litro de agua los clientes acceden a un recurso seguro, que es potabilizado, conducido a sus hogares y luego recogido para sanitizarlo.
Uno de los mayores aportes de la industria sanitaria es justamente ese: tratar las aguas servidas, protegiendo la salud de los chilenos y el medioambiente, Esto es algo que nos diferencia de nuestra región y nos pone al nivel de países desarrollados.