Esta semana comenzó el debate del proyecto de ley de identidad de género en el Senado, tras el segundo informe, despachado en mayo por la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara Alta.
La iniciativa tiene por objetivo permitir a personas trans cambiar de nombre y sexo legalmente de una manera más expedita en el Registro Civil.
El proyecto lleva cuatro años de tramitación en el Senado, y ha sido revisado 14 veces por la Comisión de DD.HH. Finalmente hoy está siendo votado en la Cámara Alta.
Una de las primeras intervenciones fue de la UDI Jacqueline van Rysselberghe, quien manifestó su rechazo a la iniciativa.
“Lo que hace este proyecto es la imposición de un modelo de sociedad donde todo se relativiza, donde la realidad se tergiversa, donde las cosas objetivas -como la corporalidad de una persona- pasan a ser subjetivas, generando nuevos y mayores problemas que los que hoy día tenemos”, señaló la senadora.
Por otro lado, el independiente Alejandro Guillier, entregó su completo apoyo a esta ley.
“Las personas trans tienen el derecho que tiene cada persona en nuestro país a contar con un documento que refleje quienes en realidad son, y nadie debiera arrogarse la facultad de negar este derecho o condicionarlo”, dijo el candidato por la Nueva Mayoría.
Desde su ingreso, el proyecto de ley ha sido sometido a una serie de cambios. En enero, la Comisión descartó la posibilidad de permitir que menores de edad transexuales puedan cambiarse el nombre y sexo en el Registro Civil.