El rápido actuar de las autoridades Municipales de Viña del Mar para reparar el famoso reloj de flores, luego de que un enorme árbol le cayera encima, desató la furia de los pobladores de la ciudad quienes protestaron ante una situación que, a su juicio, refleja la enorme desigualdad en la ciudad.
“Reginato llora por el reloj de flores, mientras 6207 familias de campamento siguen viviendo en pésimas condiciones”, se podía leer en el lienzo con los que los manifestantes se instalaron frente a la atracción turística.
La frase que se viralizó en redes sociales reclama a la alcaldesa, Virginia Reginato, la existencia de 74 campamentos en la ciudad, recalcando su descontento frente a la gestión en materia de vivienda y urbanismo.
“Reginato demuestra una vez más cuales son sus reales prioridades”, señaló Tomás Seballos, uno de los manifestantes.
Quienes protestaron aclararon que no están en contra de la mantención del reloj, emblema de Viña del Mar, pero aseguraron que el hecho revela la falta de voluntad política de la alcaldesa para atender las necesidades de los pobladores con urgencia.