La decisión tomada por la Junta Nacional de la Democracia Cristiana, que con un 63% decidió que la presidenta del partido, Carolina Goic, compita en las elecciones presidenciales de noviembre tendrá una serie de efectos en el oficialismo.
La primera consecuencia es que de alguna manera queda en entredicho la continuidad de la Nueva Mayoría, y se quiebra la alianza de la falange con la izquierda mantenida desde el plebiscito de 1988.
La segunda, y que es la duda que se abre inmediatamente al derribarse la opción de las primarias en la NM, es cuál es el camino que tomará el otro candidato del bloque, el senador Alejandro Guillier.
Una de las opciones que tiene el parlamentario es recolectar firmas para ser inscrito en primera vuelta. Los partidos no pueden inscribir candidatos independientes para competir en esta instancia: la ley establece que solo puede hacerlo un militante de las filas del partido en cuestión.
Por lo tanto, el otro camino que le queda a Guiller es afiliarse a un partido.
La ley establece que “para ser incluido como candidato de un partido político o de un pacto electoral, siempre que en este último caso no se trate de un independiente, se requerirá estar afiliado al correspondiente partido con a lo menos dos meses de anticipación al vencimiento del plazo para presentar las declaraciones de candidaturas y no haber sido afiliado de otro partido político dentro de los nueve meses anteriores al vencimiento de dicho plazo”
Para esto, Guillier tendría que hacerlo 60 días antes del 21 de agosto próximo.