Este fin de semana recorrió el mundo la imagen de un fotógrafo llorando arrodillado cerca de un niño muerto tras un sangriento ataque contra civiles en Siria, convirtiéndose en el símbolo de la violencia del conflicto.
La fotografía muestra al fotógrafo sirio Abd Alkader Habak, quien junto con otros colegas se encontraba en Al Rashidin para documentar la evacuación de los civiles de las ciudades asediadas por la guerra en Siria, cuando detonó un auto bomba dejando más de 100 muertos, entre los cuales al menos 68 eran niños.
Tras la fuerte explosión, Habak, intentó ayudar en el rescate de las víctimas, y tomó en brazos a un niño que recibió graves quemaduras en su cuerpo, al cual no pudo salvar.
Fue entonces cuando el fotógrafo se quebró y un compañero capturó el momento en el que llora de rodillas cerca del cuerpo de un niño. La foto, publicada en Twitter por @alaashehabi, fue compartida miles de veces en las redes sociales.
Más tarde, Habak escribió en Twitter: “Lo que mis colegas y yo hemos hecho hoy es inspirar humanidad a los responsables del asesinato de niños en Khan Sheikhan”.
What I and my colleagues have done today is what inspires our humanity to those who were partners in killing the children of #Khan_Sheikhan
— Abd Alkader Habak (@AbdHabak) 15 de abril de 2017