Para el 13 de marzo retrasó la Universidad Iberoamericana el inicio de clases, mientras enfrenta una grave crisis financiera que incluye una deuda de más de $1.200 millones.
De acuerdo a lo publicado por La Tercera, la casa de estudios mantiene el déficit desde diciembre pasado y no tiene dinero para funcionar durante el presente año, llevando al no pago de salarios de 250 funcionarios, correspondiente al mes de febrero.
La compleja situación económica de la universidad motivó la renuncia del rector Félix Viveros, quien junto a otros cuatro miembros de la junta directiva dejaron sus cargos ante la “imposibilidad absoluta de seguir con el proyecto educativo”.
El complejo panorama se explicaría por la disolución de la asamblea de socios, instancia en donde participaba la propia fundadora del plantel, Filomena Narváez. Esta última, también investigada por el Servicio de Impuestos Internos por presuntos delitos tributarios.
La situación de la Universidad Iberoamericana se da a conocer pocos días después de que la Universidad Arcis fuera declarada en quiebra, dejando a la deriva a la totalidad de alumnos.
Este lunes, ocho jóvenes pertenecientes a este recinto fueron detenidos luego de desplegar un lienzo frente a la La Moneda con consignas alusivas al caso.
Foto: Universia