De manera poco usual, el Congreso logró un acuerdo transversal para despachar, de manera exprés, la aprobación del feriado del próximo 2 de enero, proyecto que estaba estancado en el Parlamento desde 2012.
La propuesta fija, además, el día 17 de septiembre como festivo. La iniciativa se originó al constatar que el 2 de enero y el 17 de septiembre coinciden con días hábiles después de la conmemoración de Año Nuevo y antes de Fiestas Patrias, respectivamente, por lo que la celebración se reduce solo a un fin de semana, de no aprobar los festivos.
Con esos antecedentes, la Sala de la Cámara Alta despachó por unanimidad la proposición. Algo que la presidenta Michelle Bachelet agradeció en su cuenta de Twitter:
Agradezco al Congreso la aprobación de la moción que declara feriado el 2 de enero, día de merecido descanso para los trabajadores de Chile.
— Michelle Bachelet (@mbachelet) 21 de diciembre de 2016
Uno de los aspectos que estuvieron presentes en el debate de ayer apuntó al menor crecimiento de la economía por el día feriado. En la comisión de Gobierno, el senador Alberto Espina (RN) aludió al “perjuicio y daño para la economía”.
La aprensión del parlamentario por La Araucanía fue corroborada por el senador UDI Hernán Larraín, quien leyó un oficio enviado por la Dirección de Presupuestos (Dipres) que entregaba una estimación “elaborada por el Ministerio de Hacienda del efecto de días feriados en PIB para Chile”.
El documento, firmado por el director de la Dipres, Sergio Granados, establece “una estimación promedio en torno al 0,25%, y en base al PIB de 2015, el efecto de un feriado adicional correspondería a una disminución en la producción del país en aproximadamente $33.000 millones”, publica esta mañana El Mercurio.