La OCDE publicó ayer El informe de Pensiones 2016, en el que analiza los modelos de pensiones en entre los 34 países miembros de la organización.
En el documento, plantea que los “países no debieran utilizar las contribuciones (cotización de los trabajadores) para financiar seguridad social, asistencia social, pensiones universales o pensiones básicas basadas en los residentes (pensiones no contributivas)”.
El organismo recomienda que los montos de estas jubilaciones debieran ser financiados por completo a través del presupuesto de las naciones o por medio de impuestos.
Además, plantea que “las pensiones públicas contributivas deberían financiarse con contribuciones corrientes”.
Este es uno de los debates que ha marcado la agenda previsional de Chile, si bien se esperara mejorar el sistema de pensiones, aún carece de consensos respecto de cómo aumentar las jubilaciones futuras y aquellas en curso de pago.
Ante esto, el gerente general de la Asociación de AFP, Fernando Larraín, estimó que la recomendación que hace la OCDE tiene varias ventajas para los sistemas previsionales.
Respecto a que las pensiones solidarias se financien a través de impuestos, Larraín señaló que “de esa forma se disminuyen las distorsiones en otros lados, como en el mercado laboral o el financiero”.
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