En un acto en la región de Cochabamba, el presidente Evo Morales justificó la decisión de su Gobierno de denunciar a Chile ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas por los maltratos que sufren los transportistas de su país y aseguró que Chile se negó al diálogo.
El mandatario altiplánico sostuvo que las autoridades bolivianas pidieron a sus pares chilenas dialogar para “resolver de manera bilateral” estos problemas, pero que “nunca” fueron escuchados.
“Cuando reclamamos ante las instancias correspondientes después de que no quieren dialogar con el Gobierno boliviano nos dicen que tenemos política de odio, que estamos ofendiendo”, dijo.
“Ellos nos quitan el mar, nos roban el agua del Silala, desvían el río Lauca y ahora (dicen que) nosotros somos los que ofendemos, los que odiamos, los que los humillamos a ellos. Imagínense”, agregó.
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