Este lunes la suspendida presidenta de Brasil, Dilma Rousseff declaró ante el Senado para defenderse de las acusaciones que podrían terminar con su destitución del cargo.
En un discurso de 45 minutos -15 más que el tiempo estimado-, Rousseff mencionó los logros de su gobierno y cómo estas conquistas sociales la terminaron llevando a un juicio político.
“La evidencia deja claro que los cargos en mi contra no son más que pretextos dirigidos, sobre la base de una retórica jurídica endeble. Son pretextos para derrocar, a través de un proceso de destitución sin crimen de responsabilidad civil, un gobierno legítimo. El gobierno de una mujer que se atrevió 2 ganar las elecciones presidenciales. Son pretextos para permitir un golpe en la Constitución”, dijo Rousseff.
La suspendida presidenta aseguró que “fui víctima de tentativas de golpe” y señaló que una destitución agravará la crisis en Brasil. “Muchas veces me preguntaron que por qué no renunciaba y jamás lo haría (…) Este proceso de impeachment no está practicando la justicia”.
“Estamos a un paso de una grave ruptura institucional. Estamos a un paso de concretar un verdadero golpe de Estado”, dijo Rousseff.
Respecto a la acusación en su contra, de haber violado normas fiscales, maquillando el déficit de presupuesto; dijo que “todos saben que estoy orgullosa que jamás he tomado dinero para beneficiarme a mí misma, ni a mi gobierno. No tengo fondos afuera de Brasil y siempre he sido honesta sobre todas mis posiciones en el gobierno”.
Dilma cerró su discurso señalando que confía en que los senadores harán justicia y que tiene la conciencia tranquila: “Nunca cometí un crimen de responsabilidad”.
Tras finalizar, comenzó la ronda de preguntas de los senadores.
Foto: La Tercera
