La leyenda viviente de los Juegos Olímpicos, Michael Phelps, agregó un nuevo párrafo en la historia del deporte.
El “tiburón de Baltimore” se quedó con los 200 metros mariposa y media hora después fue parte del equipo estadounidense que conquistó el primer puesto en el relevo 4×200.
Este martes, en el Estadio Acuático Olímpico, logró un tiempo de 1:53:36, superando por 4 segundos al japonés Masato Sakai, en la competencia individual.
Media hora después, y a minutos de haber recibido la medalla en la ceremonia oficial, entró nuevamente al agua con el equipo de relevos, donde nadó los últimos 200 metros para darle una diferencia abismal a los suyos sobre Gran Bretaña y lograr una nueva victoria.
El nadador estadounidense es el máximo ganador de medallas en la historia, acumulando 25 preseas, de las cuales 21 son de oro.
En la cita de Río 2016 ya había tenido un comienzo positivo: se apropió del podio en los 4×100 estilo libre con el equipo de su país y él fue una parte fundamental de la gesta.
Solo en Sídney 2000, cuando apenas tenía 15 años, no pudo subirse a algún peldaño del podio.
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