Un nuevo ataque contra la policía ha sacudido a Estados Unidos. Al menos tres agentes murieron y otros tres resultaron heridos de diversa gravedad este domingo por disparos realizados por un atacante cerca de una comisaría en Baton Rouge, Luisiana.
“Independientemente de los motivos que tuviera”, dijo el presidente, Barack Obama, en una comparecencia desde la Casa Blanca, “sus acciones nos recuerdan los peligros a los que se enfrenta la policía a diario en todo el país”.
El mandatario, que apenas hace cinco días viajó a Dallas con motivo de los cinco policías asesinados en la ciudad de Texas, aseguró que:
“Nada justifica un ataque contra las fuerzas de seguridad” y que “los ataques a la policía son ataques contra todos nosotros”.
De confirmarse las sospechas, sería el segundo ataque contra policías en poco más de una semana.
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