Pocos minutos antes de las 9 de la mañana han llegado a la Audiencia Provincial de Palma, la infanta Cristina, vestida de oscuro y con gesto serio, y su esposo Iñaki Urdangarín.
Esta mañana comienzan las declaraciones de los acusados en el juicio que por primera vez en la historia sienta en el banquillo de los acusados a un miembro de la Familia Real española.
Cristina, hermana del rey Felipe VI, afronta dos cargos de evasión fiscal que podrían suponer una pena máxima de prisión de ocho años por supuestamente no declarar los impuestos por gastos personales que pagó una empresa que poseía con su esposo, Iñaki Urdangarin.
La infanta es la primera persona de la familia real española que afronta cargos penales desde la restauración de la monarquía en 1975. El juicio, que comenzó el 11 de enero, ha despertado un gran interés en los medios.
La princesa perdió la semana pasada una batalla legal de último momento con la que intentaba evitar el juicio. El tribunal rechazó el argumento de que el caso en su contra deberían rechazarse porque la Hacienda española no ha presentado cargos contra ella y señaló que sólo debía recibir una multa por evasión fiscal.
Urdangarin está acusado de utilizar su antiguo título de duque de Palma para malversar unos 6 millones de euros (US$6,5 millones) en contratos públicos a través del Instituto Noos, una organización sin ánimo de lucro que codirigía con otro socio.