En el área chiita de Bagdad, en un centro comercial irrumpieron hombres armados tras detonar un auto bomba y lazaron un ataque que provocó la muerte de 18 personas e hirieron a 50. Horas después el ataque fue reivindicado por el Estado Islámico.
Tras el ataque, de cuatro horas y media, las autoridades cerraron la fortificada Zona Verde de la capital, donde están numerosas embajadas y vive la mayoría de la elite política.
Numerosas calles importantes, centros comerciales y puentes en la capital fueron cerrados también por temor a otros ataques.
También este lunes, la explosión de un coche bomba en un atestado mercado el sureste de la capital de Irak, mató a cinco personas e hirió a 12, de acuerdo con un hospital y funcionarios policiales.
Nadie se atribuyó de inmediato el segundo ataque, pero los yihadistas a menudo atacan a la mayoría chií en Irak con bombas en lugares públicos para matar a grandes números de civiles.