Este lunes, las bolsas chinas cerraron de manera prematura, luego de que la bolsa de Shanghai se derrumbara un 7%, después de que los mercados asiáticos se vieran golpeados por un pobre dato de la industria manufacturera y las tensiones en Medio Oriente.
Esta sería la primera vez que las autoridades chinas aplican un nuevo mecanismo de regulación que suspende las actividades bursátiles para evitar que se repita el crac que sufrió la bolsa china en 2015.
China detuvo la cotización en las bolsas de Shanghai y Shenzhen tras el derrumbe de las acciones, indicó la agencia oficial de noticias Xinhua, luego de meses en que las autoridades buscan restaurar la confianza en los títulos chinos tras un descenso de precios en junio que sacudió los mercados globales y provocó una apresurada intervención multimillonaria del gobierno.
El gobierno está retirando de forma gradual los controles de emergencia, que incluyeron una moratoria en la oferta de nuevas acciones.
En tanto, en Japón, el índice Nikkei 225 cayó un 3,1%, mientras que el Hang Seng de Hong Kong cayó un 2,4%. El surcoreano Kospi retrocedió un 2,2% al cierre. Las acciones también bajaron en Australia, Taiwán y el sureste asiático.
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