Por primera vez el Ejército de Chile se vio obligado a realizar una auditoría por los pagos de cientos de facturas falsas reconocidas por el Servicio de Impuesto Internos (SII).
El caso conocido como “Milicogate” involucra a oficiales y suboficiales de la institución que realizaron fraudes con los fondos de la Ley Reserva del Cobre durante el 2010 y 2014, gastados en viajes, caballos, fiestas y el cacino.
Según reveló The Clinic, el comandante de la División de Mantenimiento del Ejército, general Héctor Ureta Chichón, a días de ser llamado a retiro, envió un correo electrónico responsabilizando al Comando de Apoyo a la Fuerza.
“Hay todo tipo de responsabilidades, tanto legales, administrativas y de mando”, recalcó Ureta en el mail.
En el mensaje electrónico, Ureta apunta al mando del Ejército y al polémico Comando de Apoyo a la Fuerza, quienes a su juicio, son los responsables de los recursos que anualmente entrega Codelco para la compra de armas.
“De las más de 1.200 facturas falsas, actualmente en investigación por parte de la Fiscalía Militar, no existe ninguna de ellas que haya sido tramitada para pago por los diferentes organismos y jefaturas de la División de Mantenimiento”, explicó Ureta.
Según su versión, “en el Ejército existía una red de personas que desde diferentes lugares entregaban facturas (ideológicamente falsas) al personal del Comando de Apoyo a la Fuerza”.
Estas declaraciones coinciden con las investigaciones que sustancia la VI Fiscalía Militar desde 2014, consignó The Clinic.
De esta manera, quedaría al descubierto que los ilícitos en torno a la Ley Reservada del Cobre fueron una práctica realizada en el interior del ejército y no algo exclusivo de los cinco militares detenidos.
FOTO: El Ciudadano