T13.cl publicó parte de la declaración entregada este miércoles por el ex Arzobispo de Santiago, Francisco Javier Errázuriz.
“No existe en mi conciencia, memoria de haber encubierto abusos psicológicos, sexuales ni ministeriales, ni tampoco existió intento de silenciar o acallar las denuncias”, habría dicho sobre las acusaciones de encubrimiento.
“Yo he dicho públicamente que cuando llegó la denuncia de don José Andrés Murillo, yo en un primer instante no lo creí, y esto en buena parte, porque el derecho canónico pide que uno inicie una investigación cuando llegue una denuncia que a lo menos sea verosímil”, dijo.
Según Errázuriz, en un principio, a las acusaciones les restaba valor debido al prestigio del ex párroco de la iglesia de El Bosque, además de que le “era difícil asimilar que personas adultas durante años hubieran sido abusadas sin denunciarlo“.
“En diciembre de 2005 le pedí que renunciara, no era una destitución, porque no se puede destituir a un párroco sin un juicio canónico, le rogué que presentara su renuncia. El presentó muchos reparos y me costó convencerlo”, dijo descartando que la salida de Karadima haya sido una sanción por las denuncias de abusos.
Finalmente, luego de ser consultado sobre el daño que pudo haber generado en la Iglesia las denuncias de las víctimas, el sacerdote dijo que habían “dañado la confiabilidad del arzobispo de Santiago, al referirse a el como un criminal y encubridor“.
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