Han sido ya dos las ocasiones en que Sebastián Dávalos, el hijo de la Presidenta Michelle Bachelet, ha declarado ante el fiscal regional de O’Higgins, Luis Toledo, en el marco del caso Caval. La diligencia se repetirá por una tercera vez.
Esto, porque el pasado 8 de septiembre el persecutor decidió dar curso a la solicitud de los querellantes Mario Zumelzu y Carolina Contreras, quienes pidieron que Dávalos preste su testimonio para esclarecer los motivos por los cuales ordenó formatear el computador que utilizaba en La Moneda, cuando era director sociocultural de la Presidencia.
Toledo, quien pidió no tramitar la causa mientras dure su participación en el proceso de elección de fiscal nacional, se encuentra indagando presuntos delitos en el marco del proceso de compra y ventas que la empresa Caval realizó en Machalí, VI Región. Esta firma pertenece, en un 50%, a Natalia Compagnon, esposa de Dávalos. Fue en el marco de estas pesquisas que Toledo incautó el computador del ex funcionario de gobierno. Un informe del OS-9 de Carabineros, que analizó este dispositivo, determinó que el equipo había sido formateado.
La petición de los querellantes pedía que, además de Dávalos, también presentaran su testimonio el jefe informático de La Moneda, Luis Escalona; el jefe del OS-9, coronel Daniel Tapia; y el vocero de gobierno, Marcelo Díaz.
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