Hungría informó hoy el arresto de 60 inmigrantes, quienes habrían sido aprisionados por haber “dañado” la valla de 175 kilómetros en la frontera con Serbia.
Debido a la nueva legislación que rige desde ayer, estos serían condenados a cinco años.
Cabe decir que cerca de 300 inmigrantes, incluidos niños, esperaban la reapertura del paso y algunos durmieron en el lugar en cincuenta tiendas de campaña proporcionadas por asociaciones humanitarias.
Y no sólo Hungría cerró sus fronteras, República Checa, Eslovaquía, Rumania y Polonia se opusieron a participar en el plan de reparto de 120 mil refugiados.
Tras este fracaso de la Unión Europea, Alemania sugirió la posibilidad de reducir los fondos estructurales europeos a los países que se niegan a aplicar el sistema de cuotas obligatorias.