En el primer viaje de un presidente de Estados Unidos en funciones al territorio de Alaska, Barack Obama ayer hizo un balance autocrítico sobre de la lucha contra el cambio climático en el mundo cuando habló en una conferencia internacional sobre el Ártico.
El Presidente que tiene como misión dejar un legado “verde” reconoció que no han avanzado lo suficientemente rápido y llamó a los líderes mundiales a llegar a un acuerdo para reducir las emisiones de carbono en la próxima cumbre de diciembre en París.
Este viaje a Alaska llega sólo dos semanas después que su gobierno autorizó a la petrolera Shell a realizar perforaciones en el mar del Ártico, perteneciente a ese estado, por lo que se debe enfrentar a las críticas de los ecologistas. En Alaska los efectos del calentamiento global son llamativos por el aumento del nivel del mar, la disminución de los glaciares y deshielo.
“Lo que pasa en Alaska nos afecta a todos. Es una señal de alarma.Y mientras yo sea Presidente, Estados Unidos jugará un rol central para responder a la amenaza del cambio climático antes de que sea demasiado tarde”, sostuvo el demócrata.
Cabe decir que EE.UU. es el segundo país, detrás de China, en emisiones de gases de efecto invernadero. Obama se ha comprometido a reducirlas entre un 26% y un 28% para 2025 con respecto a 2005, con lo que espera dejar este aspecto como uno de los temas centrales de su legado.
Foto: Reuters