El Queen Mary 2 es uno de los transatlánticos más grandes y lujosos del mundo, cuyo personal no ha logrado encontrar a un tripulante chileno que habría caído por la borda la madrugada del sábado mientras la nave se encontraba entre Southampton y Halifax, en la costa de Nueva Escocia (Canadá).
Favio Oñate Órdenes, de 26 años de edad y oriundo de Rancagua, se desempeñaba como chef ayudante en el buque. Su desaparición fue advertida horas después del hecho, razón por la que se presume que habría fallecido.
En tanto, la familia del joven que estudió gastronomía en Inacap, publicó un comunicado pidiendo ayuda a la cancillería chilena.
“Hasta ahora, la familia ha sido contactada únicamente por la tripulación del crucero, que es parte de la compañía Cunard Line, indicando que la búsqueda ha sido suspendida, en primera instancia por el mal clima del sector, como también por ya haber cumplido la cantidad de horas que indican los protocolos de búsqueda”, señaló a familia en un comunicado.
Los cercanos del joven tripulante añadieron “que no se ha podido establecer un contacto con las autoridades, tanto de Cancillería de Chile, como del consulado de Chile en Canadá”.
“Como familiares y amigos pedimos establecer un contacto con las instituciones de Estado pertinentes, en especial el cónsul de Chile en Canadá, con el fin de orientarnos en los procedimientos frente a este tipo de catástrofes”, solicitaron.
Del mismo modo, pidieron apoyo para canalizar la información “de los peritajes que entregan las policías locales y canadienses”, así como “velar por el cumplimiento de las responsabilidades de la administración del transatlántico y las autoridades, además de ampliar el período y radio de búsqueda de Favio”.
Los familiares del joven relataron que esta era la cuarta vez que era reclutado por el crucero para trabajar como chef a bordo.
Los medios canadienses publicaron que tras la alerta, el capitán de la nave informó a los pasajeros de la situación y ordenó regresar a la zona donde podría haber ocurrido el accidente.
La niebla presente en la zona hizo imposible la búsqueda aérea, por lo que el rastreo lo llevó a cabo el Queen Mary 2 en conjunto con otras embarcaciones que se encontraban en el área.
Un vocero de la empresa que opera el navío, Cunard Line explicó que “se discutió con expertos en tierra que no hay posibilidad de que el miembro de la tripulación haya sobrevivido por tanto tiempo en el agua, y por lo tanto, presumimos su fallecimiento“, según publica la BBC.