El ex contable de Auschwitz, Oskar Gröning, de 94 años, fue condenado hoy en Alemania a cuatro años de prisión por “complicidad” en el asesinato de 300.000 judíos.
Aunque muchas víctimas y sus familiares lamentan la tardanza de la condena, por otro lado, destacan que por primera vez, tras medio siglo de juicios a los criminales nazis, un acusado reconoce formalmente su falta y se excusa.
Aunque Gröning asumió una “falta moral” y se excusó en varias ocasiones, su defensa pidió la absolución, considerando que no había “favorecido de ninguna forma el Holocausto, la cual fue negada.
“Auschwitz es un lugar en el que nadie debería haber participado”, declaró el ex soldado, copiando la frase de uno de los representantes de las víctimas.
Los cargos contra Gröning se sustentaban en haber ayudado al régimen nazi a obtener beneficios económicos de los asesinatos y haber ayudado en la “selección”.
El ex soldado se defendió asegurando que su papel consistía únicamente en evitar los robos en las maletas de los deportados, sin tener un papel directo en el proceso de exterminio.