Luego del rechazo del Eurogrupo a extender el plan de rescate para Atenas más allá del martes y tras la decisión del Banco Central Europeo de que mantener pero no aumentar las líneas de liquidez de emergencia para las entidades griegas, el Consejo de Estabilidad Financiera de ese país -bajo la dirección del ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis- anunció el cierre temporal de los bancos y la imposición de controles de capital para evitar un colapso financiero. Es decir, se decretó un corralito que podría extenderse al menos hasta el 6 de julio, el día después del referéndum al que convocó el primer ministro, Alexis Tsipras, sobre los términos del rescate del país.
Los cajeros automáticos no funcionan hoy y el retiro de efectivo estará limitado a 60 euros por persona y día a partir del martes.
Tsipras aseguró que los depósitos están garantizados, así como el pago de las pensiones y culpó al BCE y al Eurogrupo de obligarle a activar esas medidas. Sin embargo, reiteró una nueva solicitud de prórroga del rescate a los socios. Francia ha liderado el regreso a las conversiones, y Estados Unidos está presionando para que se dé con una solución que una nueva sacudida en los mercados.
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, expresó ayer su “decepción” por la falta de acuerdo sobre la crisis griega pero a la vez insistió en la disposición de este organismo a encontrar una solución. “El FMI está listo para una aproximación entre las autoridades griegas y los socios europeos”, señaló.
Sin la extensión del plan de rescate, Grecia no tiene con qué pagarle este martes al FMI los 1.600 millones de euros que tiene comprometidos. El ministro de Finanzas dijo a la radio BBC que el BCE debe pagar el dinero al FMI de los beneficios que obtuvo de los bonos griegos en 2014. Varoufakis llamó esa idea de “una transferencia muy delicada”. Cuando se le preguntó directamente, por segunda vez, si Grecia pagará el martes, Varoufakis respondió: “Una parte de la troika nos debe dinero y le debemos dinero a otra parte de la troika ¿Por qué no ponen orden por sí¬ mismos y transfieren dinero de un bolsillo… al otro?”.
Las medidas
Las principales medidas impuestas en Grecia para el control de capitales son:
Los bancos están cerrados, pero se habilitarán algunas oficinas solo para que los jubilados cobren sus pensiones.
La Bolsa de Atenas no funciona hoy.
Solo se podrá retirar de los cajeros un máximo de 60 euros al día, desde mañana martes.
Se pueden hacer pagos con tarjeta de crédito y débito y transferencias electrónicas pero solo dentro de Grecia. El titular de una cuenta griega está sujeto al corralito aunque se encuentre en el extranjero.
Las transacciones al extranjero solo se podrán hacer en casos de primera necesidad, como un pago de costes médicos o la compra de medicinas.
Los turistas en Grecia no están afectados por estas medidas.