El ahora ex director del Servicio de Impuestos Internos, Michelle Jorratt, afirmó que el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, le pidió la renuncia después de que él se negó a presentarla voluntariamente, y también acusó que sufrió de una “campaña orquestada políticamente” para lograr su salida del organismo.
El ex funcionario reveló esta información en una carta pública dirigida a los funcionarios del SII. “Como es de conocimiento público, esta mañana el Ministro de Hacienda me pidió oficialmente la renuncia al cargo de Director del Servicio, luego de que yo me negara a presentarla voluntariamente”, señala en la misiva.
En su carta, Jorrat también indica “en poco más de un año de gestión logramos entre todos avances notables para la institución, actuando siempre profesional y técnicamente, como corresponde”, asegura el renunciado director.
Añade que “luego de casi 10 meses de una ardua y acuciosa tarea elaboramos un nuevo plan estratégico institucional para el período 2014-2018. Además de estar orgulloso por la calidad del producto obtenido, por primera vez su elaboración involucró a todos los estamentos de la organización y hubo un enorme nivel de participación efectiva de los funcionarios, lo que lo convirtió en una experiencia de carácter inédito para el Servicio y las demás organizaciones de la administración del Estado”.
Queridos funcionarios:
Como es de conocimiento público, esta mañana el Ministro de Hacienda me pidió oficialmente la renuncia al cargo de Director del Servicio, luego de que yo me negara a presentarla voluntariamente.
Rehusé hacerlo porque, a mi entender, ello habría significado de alguna manera aceptar como verdaderas todas las imputaciones y falsedades vertidas en mi contra durante largos meses (que frené investigaciones, que protegí a algún sector, etc.), en una campaña orquestada políticamente de la que, lamentablemente, participaron algunos pocos funcionarios. Muy pocos, afortunadamente.
También hubiese significado traicionar la confianza que la gran mayoría de ustedes depositaran en mí desde el momento mismo en que fui nombrado, por considerarme parte de la institución, en la que no sólo me formé profesionalmente, sino que a la que dediqué más de 16 años de mi vida laboral.
El Servicio de Impuestos Internos es una entidad técnica, profesional y seria, de prestigio mundial. Muchos de los que estamos hoy aquí llevamos largos años en la institución y participamos en el proceso de modernización de los años 90 que condujo al Servicio a ocupar una posición de privilegio entre las administraciones tributarias de todo el mundo, lo que le valió reconocimientos y premios tanto en Chile como a nivel internacional.
Yo formé parte de ese mismo equipo y luego, de vuelta en el Servicio como su director, me propuse encabezar un reimpulso de ese proceso de modernización, para recuperar el prestigio e imagen de excelencia seriamente dañado en los últimos años, repotenciarlo y reposicionarlo como una institución fundamental para el funcionamiento del Estado.
En poco más de un año de gestión logramos entre todos avances notables para la institución, actuando siempre profesional y técnicamente, como corresponde.
Luego de casi 10 meses de una ardua y acuciosa tarea elaboramos un nuevo plan estratégico institucional para el período 2014-2018. Además de estar orgulloso por la calidad del producto obtenido, por primera vez su elaboración involucró a todos los estamentos de la organización y hubo un enorme nivel de participación efectiva de los funcionarios, lo que lo convirtió en una experiencia de carácter inédito para el Servicio y las demás organizaciones de la administración del Estado.
El resultado de este proceso fue definir una estrategia para lograr la misión institucional de “Maximizar el Cumplimiento Tributario”, basada en la concepción del incumplimiento como un fenómeno multifactorial. El SII debe actuar sobre todos los factores sobre los cuales tiene incidencia, esto es, la probabilidad percibida de detección del incumplimiento, el sistema de sanciones, la aceptación del sistema tributario y la simplicidad en la aplicación de la estructura tributaria.
Acorde con esta estrategia, y en línea con las tendencias de desarrollo de las administraciones tributarias más avanzadas, adoptamos un nuevo Modelo de Fiscalización que ajusta las acciones de tratamiento tanto al nivel como al tipo de riesgo que puede presentar un contribuyente. Potenciamos las acciones de persecución del delito tributario en los tribunales de justicia y creamos la nueva Subdirección de Asistencia al Contribuyente, para apoyarlo en el cumplimiento de sus obligaciones.
Paralelamente, elaboramos con el Ministerio de Hacienda y las asociaciones de funcionarios un proyecto de ley de fortalecimiento y modernización del Servicio, iniciativa que ya es ley de la República y constituye uno de los cambios más importantes en materia de personal, desarrollo de las personas y carrera funcionaria en toda la historia institucional.
Asimismo, hemos logrado Implementar exitosa y ordenadamente la mayor Reforma Tributaria de los últimos 30 años, que tiene como objetivos principales avanzar en equidad tributaria, mejorar la distribución del ingreso e introducir nuevos mecanismos de incentivo al ahorro y la inversión. Durante este tiempo hemos tenido la capacidad técnica para elaborar y dictar oportunamente todas las instrucciones y normativas necesarias para la correcta implementación de los cambios, y preparar a la institución y a los contribuyentes a través de inversión en infraestructura y programas de capacitación y difusión.
Finalmente, y producto de todo lo anterior, logramos quebrar la tendencia de los últimos años y conseguimos reducir en más de 2 puntos la evasión del IVA, lo que generó para el fisco un ingreso adicional superior a los $310.000 millones.
Lamentablemente, todo este trabajo ha quedado en un segundo plano para la opinión pública, producto de permanentes situaciones y comentarios de connotación política totalmente ajenos al perfil técnico del SII.
No es cierto que exista un quiebre interno en el Servicio. Actualmente la institución está más unida que nunca detrás del cumplimiento de la misión que nos impone la ley, que es la de asegurar el correcto cumplimiento de las obligaciones tributarias por parte de todos, sin distinción de ningún tipo y sin prebendas para nadie.
Estoy seguro que la actitud de unos pocos jamás tendrá la fuerza necesaria para desviar a una institución señera como el SII del camino trazado por todos quienes, con una verdadera vocación de servicio público, han ayudado a construirla.
Aprovecho estas palabras de despedida para agradecer públicamente a todos los funcionarios que, de manera directa o indirecta, colaboraron con mi gestión y, en particular, quiero expresar mi gratitud a las Asociaciones de Funcionarios, ANEIICH y AFIICH, por su permanente disposición al diálogo y su compromiso con el fortalecimiento y desarrollo de una institución clave para el Estado y la sociedad chilena.
Un abrazo y hasta siempre.
Michel Jorratt de Luis