La posible emanación de diferentes tipos de gases desde el barro que dejaron los aluviones registrados en el norte del país, y que podrían ser perjudiciales para los habitantes, es un inquietante antecedente que aparece en un informe encargado por el Gobierno Regional de Atacama.
Según publica El Mercurio, el estudio advierte que hay evidencias de arrastre de relaves en zonas residenciales que fueron inundadas por el barro, lo que significaría un riesgos para la población, en el eje de las localidades de Diego de Almagro, El Salado y Chañaral.
El texto, de carácter reservado, fue discutido durante la semana pasada en un comité de emergencia regional, estableciendo que la interacción de este material con las aguas servidas del colapsado alcantarillado público, con una alta carga orgánica y bajo contenido de oxígeno, “da origen a una masa compleja”.
Por su parte, un nuevo balance de la situación en el norte fue entregado por el director Nacional de Onemi, Ricardo Toro, quien detalló, hasta al momento se reportan 26 personas fallecidas, mientras que el número de denuncias por presunta desgracia descendió a 120, de los 125 informados en la jornada anterior.
Asimismo, hay 29.741 personas damnificadas, de las cuales 2.527 corresponden a personas que se encuentran en albergues. También se reportan 2.071 viviendas destruidas y otras 6.254 con daño mayor.
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