Luego de que la fiscalía designara el miércoles al fiscal Jaime Pino, especialista en delitos medioambientales, para investigar el origen del siniestro que afecta a la Reserva Nacional China Muerta y al Parque Conguillío, en la Región de La Araucanía, y que ya lleva más de 6.200 hectáreas consumidas, el persecutor llegó al lugar junto a la Brigada de Delitos Medioambientales (Bridema) y el Laboratorio de Criminalística de la Policía de Investigaciones para recabar antecedentes.
Según testigos, el fuego se habría originado en la ladera de un cerro en Allillonco, en el sector de Coyán Alto. Este lugar es visitado por turistas y recolectores de piñones, quienes utilizan los senderos.
“Existe un antecedente inicial que estamos recabando con mayores datos con la Conaf y Carabineros, en el sector de Coyán Alto, que es el primer área del incendio correspondiente a las primeras seis hectáreas que comenzaron a quemarse y es el área crítica donde hay que trabajar en la primera etapa”, aseguó´Pino.
El persecutor indicó que esperan determinar si “el desastre fue causado por acciones naturales o humanas. De ser así, poder atribuírsele a alguna persona y determinar si tiene carácter doloso o fue una negligencia (que provocó) el inicio de este incendio”.
Una de las tesis que indaga el Ministerio Público es que se podrían haber originado las llamas por algún descuido de recolectores de piñones o de algún turista que visitaba la zona. “Estamos en la época de recolección del piñón”, indicó el fiscal.
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