El fiscal a cargo de la investigación por caso Caval, Luis Toledo, aseguró que las diligencias ya están por llegar a su fin, indicando que se está “recabando información de los bancos, no sólo de personas”.
Luego de que incautara el cheque de $2 mil millones, que emitió Silca a la empresa Caval, por los terrenos en Machalí, el persecutor aseguró que no era uno, sino tres cheques, los cuales “quedaron en manos del notario, para que se cautele en ese lugar”.
A su vez, el fiscal Toledo aseguró que la investigación del caso fue separada en dos aristas, donde la investigación por el supuesto delito de estafa, quedó a cargo del fiscal de San Fernando, Javier von Bischoffshausen.
“Hay una querella por un delito de estafa, si se dan los presupuestos es posible que este proceso penal avance, y es posible que dentro de ese análisis se estime que esos antecedentes puestos por Silca Limitada, se estime que no constituyen los delitos señalados, por lo tanto esto esta en pausa para analizar los antecedentes, para evitar que este negocio continúe (…) Los cheques quedaron bajo orden judicial en poder del notario, con el fin de que se cautele su integridad”, dijo el persecutor.