El canciller peruano, Gonzalo Gutiérrez también reiteró que el embajador Rojas no regresará a Santiago hasta que Perú “reciba una explicación satisfactoria” del gobierno chileno sobre esta denuncia.
“No hay ninguna fijación de tiempo, esperemos que sea el tiempo más corto posible, nosotros queremos superar esta situación. No es positivo mantener en este estado las cosas, pero Perú requiere que se presente una explicación de este hecho controversial”, aseguró.
A su vez, Gutiérrez afirmó que quieren “el compromiso” de Chile de que los presuntos actos de espionaje no se repetirán.
“Las crisis pueden generar oportunidades, tenemos que superar esta, primero, con una satisfacción, pero el siguiente paso es el compromiso de que este tipo de actos no se repitan”, declaró Gutiérrez al programa de televisión Cuarto Poder.
Gutiérrez aseguró que este caso no tuvo relación con el litigio por límites marítimos que ambos países mantuvieron hasta el año pasado en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya.
“La información no tiene que ver directamente con el caso de La Haya, coincide en el tiempo… se trataba de información relativa al estatus de la Marina de Guerra de Perú”, dijo.
Por su parte, el presidente de Perú, Ollanta Humala, afirmó hoy que su Gobierno defiende los intereses de su país “con patriotismo y pulcritud” y que, al ser este “un tema tan sensible”, lo dejaba en manos de la cancillería.
Según apunta la investigación, tres suboficiales de la Armada peruana fueron captados en 2006 y 2011 por presuntos militares chilenos a los que entregaron información clasificada.