El presidente de la Democracia Cristiana, Ignacio Walker, reconoció que el caso Caval afectó tanto la imagen del Gobierno como de la Nueva Mayoría y que “debió existir un ejercicio más claro de la autoridad presidencial”.
El timonel de la DC sostuvo que la situación que terminó con la salida del hijo de la Presidenta Michelle Bachelet del Ejecutivo “nos rayó la pintura”, dijo en entrevista con Cooperativa.
“Evidentemente que una cosa es el tema de la legalidad -al parecer no hay nada ilegal-, pero otra cosa es el tema ético, y siendo hijo de la entonces candidata presidencial, y después asumiendo un cargo político de director sociocultural, lo menos que uno pudiera haber esperado es que le hubiese informado a la Presidenta de la República, que además es su madre, de esta situación”, señaló el senador.
Asimismo, calificó de “equívoca” las vocerías que dieron el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo y el subrogante José Antonio Gómez en la Segegob, quienes descartaron ilegalidad en el negocio que involucró al hijo de la Presidenta y su esposa, Natalia Compagnon, asegurando que era un asunto entre privados.
“Lo que resulta extraño es por qué pasaron siete días para la renuncia (de Dávalos) y ahí hubo una descoordinación del Gobierno. Hubo una vocería equívoca. Evidentemente que éste no es un asunto entre privados. Tenía y tiene una connotación política”, manifestó.
Tras ello sostuvo que “uno tiene que preguntarse, en la perspectiva de los tres años que nos quedan por delante, por la necesidad de afinar, perfeccionar, mejorar, todo lo que es la asesoría política y comunicacional más cercana de la Presidenta Bachelet.