Perú investiga la supuesta participación de un tercer suboficial de la marina en el caso de espionaje para Chile, según informó el ministro de Defensa peruano, Pedro Cateriano.
El nuevo sospechoso, identificado a través del apellido Gonzáles, se suma a la investigación que realiza Perú en la que los acusados arriesgan hasta 25 años de cárcel.
Esto, luego de que a través de un reportaje que transmitió la cadena peruana América Televisión, se reveló que dos suboficiales de la Marina de Guerra de Perú estarían siendo procesados por presuntamente haber espiado para Chile.
En el reportaje se mostraron imágenes de los dos suboficiales durante el juicio que se les sigue por la presunta comisión de los delitos de traición a la patria, infidencia y desobediencia.
Los presuntos espías fueron identificados como el analista de información de inteligencia Alfredo Marino Domínguez Raffo y el operador de comunicaciones Johnny Richard Pilco Borja.
En el reportaje se agregó que “fuentes extraoficiales del gobierno” peruano informaron que el caso ya le fue comunicado a la Presidenta Michelle Bachelet.
Este hecho fue negado por el Gobierno chileno, luego de que el ministro Secretario General de Gobierno, Álvaro Elizalde, asegurara que el Ejecutivo no tienen ninguna información oficial sobre los dos suboficiales peruanos acusados de espiar para Chile.
“Me he comunicado con el canciller subrogante, Edgardo Riveros, quien me ha señalado que no se ha recibido ninguna información oficial al respecto“, aseguró Elizalde.
Según el reportaje, los suboficiales fueron captados en 2011 y 2006, respectivamente, en reuniones con presuntos empresarios pesqueros italianos que, según presume la investigación, habrían sido en realidad oficiales de la Armada de Chile.
El caso fue descubierto el año pasado por agentes de contrainteligencia peruanos tras sospechar ante los repetidos viajes que hacían los suboficales al extranjero, según indicó el canal.
Domínguez, uno de los acusados, afirmó en el reportaje que aceptó el ofrecimiento de brindar información sobre las medidas de supervisión que tomaba la Armada peruana para la pesca de altura porque estaba “en una situación de sueldos bastantes deficientes”.
Por su parte, Pilco, fue detenido después de que se confirmara que hizo hasta 11 viajes a países vecinos como Bolivia, Brasil, Argentina y Chile para reunirse con los supuestos empresarios “que compraban información confidencial de la Marina.”
En el reportaje se aseguró que ambos estarían recluidos en la Base Naval del Callao desde octubre del año pasado.