Continúan las interrogantes respecto al caso de la muerte del fiscal argentino Albero Nisman, a casi un mes del suceso.
En un comienzo se habló inmediatamente de suicidio, pero con el paso del tiempo esa teoría ha comenzado a perder fuerza, incluso, hoy el medio trasandino Clarín, publica que según fuentes judiciales con acceso a las conclusiones de la autopsia que se le hizo al persecutor, esa idea debería descartarse.
Las fuentes señalaron que el principal argumento para descartar el suicidio es la trayectoria ascendente de la bala que ingresó por la cabeza del fiscal, ya que ese recorrido no coincidiría con un caso de suicidio.
Aún así, no se descarta que haya sido un suicidio inducido, y para fundar esta hipótesis, las fuentes judiciales señalaron como otro elemento “no habitual”, el hecho de que el arma no estuviera pegada a la cabeza de la víctima, sino a entre uno y tres centímetros, además de la ausencia de la pólvora en las muestras tomadas de la mano derecha del fiscal.
Un juez penal citado por Clarín señala que estas son “situaciones no habituales para supuestos casos de suicidio”.
Además, agregó que “quien diga que (Nisman) flaqueó porque era floja su denuncia es no haberlo conocido a él. Un suicidio sería incompatible con su forma de pensar. Era muy seguro de sí mismo”.
FOTO: La Nacion