A casi un mes del fallecimiento del fiscal Alberto Nisman, crece la tensión en Argentina. Tras la solicitud de imputación por presunto encubrimiento contra la presidenta argentina, Cristina Fernández, y ante los escasos avances en la investigación del caso Nisman, el persecutor será recordado este miércoles en una marcha nacional.
La manifestación fue convocada por los fiscales argentinos, que afirman no tener intencionalidad política, y ya se les han sumado asociaciones de empleados judiciales, empresarios, sindicalistas y representantes de la comunidad judía, entre otros sectores sociales.
Los colegas de Nisman aseguran que encabezarán la movilización sin consignas más allá del homenaje, sin embargo, tras ellos caminarán también los principales referentes de la oposición.
“La marcha va a ser grande. Estamos viendo que mucha gente se está adhiriendo“, dijo hoy a radio Mitre el fiscal general, Ricardo Sáenz, uno de los convocantes de la manifestación.
Por su parte, el el procurador Germán Moldes, se sumó a las palabras de Sáenz, asegurando que “nosotros no estamos pidiendo justicia; nosotros formamos parte del mecanismo de la Justicia, estamos homenajeando a un colega, estamos brindando homenaje a una familia que recibió más gestos de desdén que condolencias”.
“El que propició más esta marcha fue el propio Gobierno, que el mismo día que fue anunciada empezó con las críticas, y la marcha fue tomando un nivel que yo no me imaginaba. Toda la crítica que le hizo el Gobierno la potenció demasiado”, manifestó el fiscal José María Campagnoli a radio La Red.
Campagnoli confirmó también que la familia y los allegados de Nisman participarán de esta instancia y tildó de “ridiculez” que el Gobierno los acuse de golpismo.
FOTO: EFE
