El Gobierno mexicano dio a conocer, el martes pasado, los resultados de la investigación oficial sobre la desaparición de los 43 estudiantes de Iguala, en el estado de Guerrero.
La Procuraduría General de la República (PGR), a cargo de la investigación, concluyó que los jóvenes fueron privados de libertad, asesinados, incinerados y sus restos arrojados al río San Juan.
Esta resolución llega ante los testimonios de miembros del grupo criminal Guerreros Unidos, sindicados como los responsables de los hechos ocurridos el 26 y 27 de septiembre pasado.
Según el director en jefe de la Agencia Criminal, Tomás Zerón de Lucio, la detención de Felipe Rodríguez Salgado, conocido como “El Terco” o “El Cepillo”, fue determinante para la investigación, “no solamente porque todos los testimonios lo señalan como quien dirigió la operación, conduciendo a las víctimas hasta el basurero, interrogándolas y dando la orden de ejecutarlas e incinerarlas; sino porque él mismo confiesa su participación, corroborando los hechos narrados previamente por sus cómplices”.
Detalles de la investigación:
Según detalla la investigación por el caso, Rodríguez Salgado recibió una llamada en la cual se le informó que un grupo antagónico estaba atacando Iguala, por lo cual se le ordenó trasladarse al lugar conocido como “Loma del Coyote”, donde le serían entregados unos “paquetes”, “sustantivo” que era utilizado para denominar a los “enemigos” cuando eran capturados.
“El Chucky me llamó por teléfono y me dijo que me iba a entregar los paquetes que llevaba detenidos y que eran del grupo contrario, Los Rojos”, relató Rodríguez Salgado en testimonios.
Llegando a la “Loma del Coyote”, le fueron entregados, por parte de policías municipales de Iguala y Cocula, un grupo numeroso de estudiantes que bajaron de las patrullas y subieron a dos camionetas, las mismas que fueron conducidas hasta el basurero, donde se les interrogó, ejecutó e incineró. Un extracto de la declaración ministerial del detenido corrobora esta versión.
“Llegando al basurero de Cocula bajamos a los estudiantes de la camioneta percatándome que unos ya estaban muertos creo que por asfixia. Quedaban vivos aproximadamente de 15 a 18 estudiantes”, afirmó.
“El Terco” testificó que él fue quien dio la orden a Patricio Reyes Landa, alias “El Pato”, de terminar con la vida de todos los estudiantes, ordenando también que no quedara nada, quemando inclusive los teléfonos celulares de sus víctimas.
“Le encargué al Pato que se hiciera cargo de todo, de entrevistas y de darles piso, y que destruyera todo, que quemara celulares y pertenencias de los detenidos ya que esa había sido la instrucción”, declaró.
“El Pato ya había acostado a cuatro detenidos y les disparó en la nuca, con su arma corta”, agregó.
El 27 de septiembre, Rodríguez Salgado volvió al lugar de la tragedia, donde el fuego había reducido a cenizas a las víctimas. Entonces, instruyó a Reyes Landa comprar bolsas de basura. Una vez recogidas las cenizas las fueron a tirar al río San Juan.
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