Este lunes, el Gobierno de Michelle Bachelet logró sacar adelante el primer gran proyecto de la reforma educacional: la Ley de Inclusión Escolar, la que prohíbe el lucro, elimina el financiamiento compartido y regula la admisión y selección de estudiantes en los establecimientos educacionales que reciben aportes del Estado.
Esta iniciativa fue aprobada hoy durante su tercer trámite en la Cámara Baja, y el oficialismo logró evitar la posibilidad de dar paso a una comisión mixta de diputados y senadores, la que amenazaba con impedir su despacho antes del 31 de enero, fecha autoimpuesta por el Gobierno.
El debate se alargó por tres horas, durante las cuales los parlamentarios finalmente mostraron su asentimiento a las modificaciones que introdujo el Senado al emblemático proyecto, que ahora debe volver al Ejecutivo para ser promulgado como ley de la República.
El fin de la selección en los colegios “emblemáticos”, que se encontraba entre los puntos más discutidos, fue aprobado con 69 votos a favor.
Sin embargo, durante la parte final de la sesión, se debió ordenar el desalojo parcial de las tribunas, debido a las protestas protagonizadas por apoderados agrupados en la Confederación de Padres y Apoderados de Colegios Particulares Subvencionados (Confepa).
La decisión generó rechazo entre legisladores opositores, quienes interrumpieron en varios momentos durante el proceso de votación.
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