A los 89 años de edad Giorgio Napolitano dimite como presidente de Italia.
Lo había adelantado el pasado 31 de diciembre, cuando alegó para ello “las limitaciones y las dificultades” derivadas de su edad.
La firma de la renuncia se ha producido esta mañana y la elección del nuevo presidente podría realizarse a principios de febrero.
En este momento es el presidente del Senado Piero Grasso quien asume las funciones de la presidencia de la República hasta que sea elegido el sucesor, cuyo nombre será sometido a una primera votación que tendrá que celebrarse, según contempla la Constitución italiana, antes de los próximos quince días.
Aún no hay candidatos claros, tal y como ha afirmado a primera hora de la mañana Deborah Serracchiani, vicesecretaria del Partido Democrático -que lidera Renzi- y el objetivo del Gobierno es el de “alcanzar un acuerdo en la cuarta o quinta votación”.