El presidente de la Cámara de Diputados, Aldo Cornejo, presentará el próximo 6 de febrero un informe donde se propone instalar una pandereta de vidrio, que separe a los parlamentarios del público que asiste a las tribunas.
La iniciativa pretende hacer frente a los incidentes del último tiempo, donde además de gritos que interrumpen la sesión, las personas asistentes como público han lanzado objetos contra los congresistas.
Sin embargo, los diputados están divididos. Entre ellos, el diputado de RN José Manuel Edwards apoya la moción porque, según él permite una mayor calidad en el debate, ya que evitaría que las distintas posiciones políticas desvirtúen la discusión.
Desde la otra vereda, la diputada del PPD Cristina Girardi señaló que la presencia de “barras bravas” es responsabilidad de los propios parlamentarios, por lo que dijo que la solución va en la línea de que sean los partidos los que controlen a sus invitados, rechazando de plano la instalación del vidrio.