Los soldados de la Guardia Nacional de Hawaii son los encargados de resguardar a la población, mientras la lava se acerca hacia una de las principales carreteras y pone en peligro de aislamiento a la comunidad.
La lava del volcán Kilauea comenzó a salir por uno de sus conductos en junio, pero el mes pasado, un grupo de científicos advirtió que el río de magma estaba a 15 días de llegar a la principal carretera de Pahoa, una localidad pequeña de Hawaii. Efectivamente la lava ha seguido su camino, consumiendo gran cantidad de vegetación y acercándose cada vez más a las casas.
La gran preocupación de las autoridades, es lograr evacuar a la totalidad de los habitantes. De no moverse del sector, podrían quedar totalmente aislados de las carreteras, el comercio y los principales puntos de abastecimiento.
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