Oscar Pistorius será condenado por homicidio involuntario esquivando así las peores penas, la cadena perpetua, los 25 años de prisión, por la muerte de su novia Reeva Steenkamp la víspera del San Valentín de 2013. Según la juez encargada de instruir el caso, Thokozile Masipa, las pruebas de la Fiscalía sudafricana que acusan al velocista olímpico sudafricano de asesinar con premeditación a su novia, son «circunstanciales» y la acusación no ha conseguido demostrarlo «más allá de la duda razonable»
De esta manera su castigo quedará, como máximo, en 15 años de cárcel. En el Tribunal Superior de Pretoria que desde el pasado 3 de marzo vive en el foco mediático global, Masipa fue avanzando por una línea argumental que asumía ya de entrada como veraz la narración de los hechos construida por el atleta en sesiones anteriores.
En sus primeras consideraciones, anuló las declaraciones de los vecinos que escucharon discutir a la pareja; rechazó que la modelo fuera capaz de pedir auxilio en el baño tras recibir los cuatro disparos fatales; consideró dudoso que la relación entre ambos se tambaleara; confirmó la secuencia cronológica de la defensa siguiendo los registros telefónicos de la casa; y, gracias a los mismos, ratificó que, en su parecer, las llamadas de socorro de Pistorius en los minutos inmediatamente posteriores al suceso probaban que éste fue un accidente.