Al menos un centenar de palestinos murieron hoy en bombardeos en Gaza, en la que es hasta ahora la jornada más sangrienta de la ofensiva bélica emprendida por Israel el 8 de julio, en medio de nuevas expectativas de un posible alto al fuego humanitario, que no acaba de llegar.
Viviendas, centros de prensa, zonas de cultivo y mezquitas fueron alcanzados por morteros y misiles israelíes, que causaron la muerte de al menos un centenar de personas y heridas de diversa consideración a 500 más.
Los bombardeos afectaron a varias viviendas del campo de refugiados de Al Bureij, en la región central de Gaza, donde perecieron 17 personas. Entre ellos, el alcalde del vecindario, Anis Abu Shamalah, varios menores y mujeres.
El Ejército israelí atacó también la residencia de Ismail Haniye, líder Hamas y vicepresidente del movimiento islamista, que fue completamente destruida, así como oficinas de medios vinculadas al grupo.